A Guaita le fue de maravilla la decisión del Valencia de enviarlo al Recreativo pero al club que preside Manuel Llorente la jugada puede salirle menos rentable económicamente de lo que esperaba. El conjunto andaluz, que milita en Segunda, tiene pendiente de pago a día de hoy varios de los últimos plazos de la ficha de la temporada pasada.
No es que sea mucho el dinero que se le adeuda, así lo califica el representante del futbolista, José Manuel Tárraga, pero sí puede afectar directamente al Valencia porque, al fin y al cabo, el club valencianista es responsable solidario cuando se producen acuerdos entre equipos con una cesión.
La voluntad de Guaita es desde luego que el Valencia no pueda sentirse perjudicado en ningún momento. «Se buscarán los medios para solucionarlo sin que pueda dañar al Valencia», afirmaba ayer Tárraga.
No obstante, la situación de Guaita por estos impagos ha llegado, como ocurre con el resto de jugadores, a la Comisión Mixta que forman la Liga de Fútbol Profesional y la Asociación de Futbolistas. De ahí que el Recreativo haya sido incluido en la lista de clubes que no pueden hacer ninguna incorporación ahora.
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